La pantomima navideña organizada por Carmena y los suyos, la ofensiva cabalgata de Reyes y demás desplantes al sentir de la inmensa mayoría de los madrileños, encuentra su contrapunto en la deferencia y esmero con el que los ultraizquierdistas tratan de promocionar celebraciones ajenas a nuestra ciudad como, en estos días, el año nuevo chino.
Se han organizado, a cargo del Ayuntamiento, un sinnúmero de actividades para celebrar este evento que, contando con todo nuestro respeto, consideramos totalmente extraño a la tradición madrileña.
Carmena, ya ha amenazado con celebrar el Ramadán. Y es que para la alcaldesa y su séquito, el Ramadán o el año nuevo chino son equiparables a festividades arraigadas desde hace siglos en nuestro país y cultura, como la Navidad o la Semana Santa.
Desde la Delegación Local de España 2000 en Madrid, instamos a la alcaldesa a que los fondos destinados para la celebración del año nuevo chino sean, por el contrario, empleados en ejercer un mayor control sobre los comercios regentados por ciudadanos de esta nacionalidad. Muchos de los cuales no cuentan con las medidas sanitarias y de seguridad requeridas por la actual normativa, incumplen flagrantemente la legislación laboral o venden productos elaborados por personas en régimen de semiesclavitud.
ESPAÑA 2000